Grand dossier
El éxito del principal grupo de danza folklórica colombiana en Montreal es una prueba del rol determinante de la cultura, del folklore y de la danza en los acercamientos interculturales.
Ballet Raíces de Colombia
Desde su fundación en 2001, el Ballet Raíces de Colombia se volvió una de las agrupaciones folklóricas más reconocidas del escenario cultural latinoamericano en Montreal.
El origen de este grupo de danza folklórica se remonta a 1998. Ese año, en el marco de las celebraciones por el fin del siglo XX, el consulado colombiano de Montreal programó un espectáculo de danzas colombianas destinado al conjunto de representantes de organismos diplomáticos basados en la ciudad. El consulado pidió la colaboración de una de las compañías de danza folklórica más prestigiosas de Colombia: el Ballet Folklórico de Antioquia (BFDA). Para asumir esa responsabilidad, el BFDA designó a Carlos Reyes, especialista en historia del arte, bailarín, coreógrafo, modisto y escritor.
Al llegar a Montreal, Reyes encontró que ya existía una tropa, el grupo Orquídeas de Colombia; pero el mismo no poseía las aptitudes técnicas suficientes para asegurar un espectáculo de gran envergadura. Para responder al pedido de los diplomáticos colombianos, era necesaria una profunda reestructuración: formar a los bailarines en las técnicas de base de las danzas folklóricas, preparar el vestuario, organizar los ensayos, etc. El trabajo de reorganización de la tropa y la preparación del espectáculo llevaron 8 meses. Dado su éxito a la cabeza del grupo, el cuerpo de baile le solicitó a Carlos Reyes de continuar con su tarea y asegurar la dirección artística de la compañía. Así fue como en el año 2001 nació el Ballet Raíces de Colombia. “Uno de los momentos más emocionantes en la historia del Ballet fue su primera presentación, el 8 de agosto de 2000. Todo el vestuario estaba compuesto por verdaderos trajes de danza folklórica colombiana. Ese día, las niñas se volvieron mujeres y los niños, hombres. Fue algo inexplicable”, afirma Carlos Reyes.
El compromiso de un hombre
Ballet Raíces de Colombia
Durante el periodo de reorganización del grupo y de preparación del espectáculo, Carlos Reyes obtuvo su permiso de trabajo y aprendió el francés. Eso le permitió ser contratado como entrenador en el Centro de educación física y deportes de la Universidad de Montreal (CEPSUM) y por varios gimnasios. Carlos trabajaba a tiempo parcial como entrenador de aeróbicos, su única fuente de ingresos ya que la dirección del grupo de baile la asumía de manera voluntaria. Su tiempo libre lo dedicaba a la organización de la troupe: la creación y la preparación de espectáculos, la concepción del vestuario, la gestión y la contabilidad, etc.
Como el grupo de baile no recibía subvenciones del gobierno ni el sostén de organismos privados, sus actividades fueron financiadas por sus miembros, quienes lo hacían por amor a la danza folklórica colombiana y al arte. En la troupe, el 70% de los miembros son originarios de Colombia y el 30% restante de otros lados. Los miembros no colombianos aportan su percepción personal de las danzas folklóricas y sus vivencias artísticas; a cambio, el Ballet les ofrece su trayectoria cultural, la posibilidad de practicar español y una red sociocultural estable.
Según Carlos, su implicación en el seno del Ballet le permitió encontrar una familia en Montreal. “Cada uno de los miembros del Ballet es como mi hijo, mi amigo, mi enemigo, todo. Yo debo ser un ejemplo para ellos. En mi vida, todo lo que tuve fue el ballet. ¡Es lo que me llena, me hace vivir y llorar!, declara Carlos Reyes visiblemente emocionado. Por supuesto, la misión del Ballet es difundir el folklore y la música de Colombia en Montreal, en Canadá y en el mundo; pero la misión de sus miembros es de crecer y transformarse en mejores seres humanos, porque la danza cambia sus vidas de manera positiva.
Una escuela preparatoria
Ballet Raíces de Colombia - École
En 2015, el Ballet Raíces de Colombia fundó una escuela de danza con la finalidad de formar nuevos bailarines. Los que desean formar parte del Ballet deben primero pasar por la escuela. Luego de un año o un año y medio, los alumnos comienzan a ser parte de los espectáculos. Este proceso permite observar la implicación de los nuevos miembros en el Ballet y su aceptación por parte del grupo. Es por eso que “cada presentación del Ballet es un momento muy emocionante”, afirma Carlos.
El Ballet Raíces de Colombia festejó su 15avo aniversario el 29 de octubre de 2016 presentando un espectáculo llamado “Colombia - País de regiones”. El mismo propuso a los espectadores un viaje a través de los paisajes colombianos, realzando las vestimentas típicas, el folklore de cada región, el olor del café, las montañas, la biodiversidad de la selva y de las planicies, la belleza del mar de San Andrés, los colores imaginarios del Pacífico y las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez.
Reconocimientos y distinciones
Ballet Raíces de Colombia
Durante sus 15 años de existencia, el Ballet ofreció una gran cantidad de espectáculos y ha representado a Colombia en varios festivales de danza en Canadá, entre ellos, el Mundial de Culturas en Drummondville, el Festival Internacional de Percusiones en Longueuil (donde ganó el premio La relève) y el Festival de tradiciones del mundo en Sherbrooke. En los últimos meses de 2016, el Ballet representó a Colombia en el Festival de turismo en India.
Para Carlos Reyes, estos 15 años de labor comienzan a dar sus frutos ya que la calidad de su troupe de danza folklórica comienza de a poco a ser reconocida fuera de Canadá. En 2017, el Ballet fue invitado a presentarse en Polonia y en España. En 2018, fue invitado a Sri Lanka. Además, el Ballet recibió varias distinciones por parte de diversas organizaciones, especialmente de organismos diplomáticos colombianos en Canadá, la Cámara de Comercio Latinoamericana de Quebec y LatinArte.
Hoy, Carlos sueña con tener un local totalmente consagrado al Ballet, para los ensayos y el depósito de materiales, lo que permitiría la consolidación del grupo. Los organismos de carácter folklórico como el Ballet son una “gran fuerza motora”, asegura, porque “enriquecen la vida cultural de la ciudad y contribuyen a dinamizar las relaciones interculturales”.
