Grand dossier
Manuelita Del Vayo sería la primera persona colombiana en establecerse en Montreal. Desde la década de 1930, muchos compatriotas la han seguido.
La comunidad colombiana comenzó a desarrollarse en Montreal en la década de 1950; sin embargo, en los archivos se encuentran los rastros de una pionera instalada en la metrópoli unas décadas antes: ¿era ella por ese entonces la única mujer de origen colombiano en Montreal?
La primera colombiana de Montreal
Fête nationale Colombie 1954
Documentos de los archivos históricos revelan que la primera persona de origen colombiano establecida en Montreal fue la señora Manuelita Del Vayo, una mujer de Barranquilla, que llegó a principios de la década de 1930. En la correspondencia privada del consulado colombiano en Montreal, conservada por el Archivo Nacional de la Nación Colombia, una carta fechada el 25 de febrero de 1957 indica que la señora Del Vayo “reside en Montreal desde hace 25 años”. La lectura del documento indica que era periodista y trabajaba para la Canadian Broadcasting Corporation. En su carta, el cónsul afirmaba que era reconocida “en los círculos intelectuales y sociales de esta metrópoli” canadiense. El hijo de un cónsul, que estaba en Montreal a principios de la década de 1960 y que conoció a la señora Del Vayo, mencionó que ella vino a Montreal porque se había casado con un ingeniero petrolero inglés que trabajaba en Colombia para una empresa estadounidense a finales de la década de 1920.
Los comienzos de la comunidad
En la correspondencia consular, cuatro elementos llaman la atención sobre los inicios de la comunidad colombiana en Montreal. El primero se refiere a la inscripción en los registros del consulado del que podría ser el primer hijo de una familia colombiana nacido en Montreal. Se trata de Juan David Daza, que nació el 8 de enero de 1952 y cuyo padre era el ingeniero David Daza. También está disponible la información sobre el probable primer matrimonio entre un hombre colombiano y una mujer quebequense. Se trata de Víctor Franco, que fue al consulado en octubre de 1952 para informarse sobre los requisitos que debía cumplir para viajar a Colombia con su esposa canadiense y su hijo muy pequeño nacido en Montreal.
La correspondencia consular también indica el nombre de la que podría ser la primera persona nacida en Colombia y fallecida en Montreal: la señora Ligia Montoya de La Torre. Esta señora, que venía del departamento colombiano de Antioquia, murió el 24 de mayo de 1953. Tenía entonces cinco hijos, cuya edad oscilaba entre los ocho meses y los ocho años. La carta consular precisa también que los tres últimos hijos de la señora Montoya habían nacido en Canadá y que su marido se llamaba Jairo La Torre. La Sra. Montoya de La Torre se había instalado en Montreal en junio de 1949. Su pasaporte, clasificado como categoría “ordinaria”, había sido expedido en Medellín el 24 de mayo de 1949. Su marido y sus hijos probablemente regresaron a Colombia, ya que el Sr. La Torre pidió permiso al cónsul para viajar solo con sus cinco hijos.
El cuarto elemento se refiere al tamaño de la comunidad a finales de la década de 1950 y al tipo de personas que la integraban. En una carta enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia el 22 de diciembre de 1948, el cónsul sostiene que los colombianos de Montreal eran más bien “estudiantes, personas en tránsito y hombres de negocios”. Un análisis más profundo de esta correspondencia diplomática muestra que entre los primeros colombianos de Montreal se encontraba también un gran número de personas que buscaban la aventura, de trabajadoras domésticas y de obreras. Otro grupo importante era el de las personas pertenecientes a la clase acomodada colombiana, que buscaban un destino diferente de Europa o de los Estados Unidos para establecerse. Es importante tener en cuenta que una gran parte de los aventureros provenían de los Estados Unidos, especialmente de la ciudad de Nueva York.
Los estudiantes y la formación de la comunidad
Ligia Legault et Bertha Wilches
Así, en una carta fechada el 14 de enero de 1957, el cónsul informó al gobierno colombiano de la presencia de 25 personas colombianas registradas en su oficina el año anterior. De ellas, 15 eran estudiantes: 8 estudiaban teología en los seminarios de Montreal, 2 eran estudiantes universitarios y 5 estudiaban en la escuela secundaria, 1 de ellas en el Collège Loyola (Concordia). Al final de sus estudios, algunos de estos estudiantes decidieron vivir en la metrópoli quebequense. Entre ellos, la enfermera Bertha Wilches Teran, que había emigrado para estudiar a principios de la década de 1950.
A partir de mediados del siglo XX, la emigración de colombianos hacia Montreal se inscribió en un amplio proceso de desplazamiento de una parte de la población latinoamericana hacia el norte, y se operó en cuatro olas.
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